EL CIERVO
EL CIERVO
En la web de la revista mensual de pensamiento y cultura El Ciervo aparece hoy un comentario del libro centrado en Nina Simone. Este es su texto:
«En el extremo opuesto al Estado de bienestar, una situación absurda: cuatro funcionarios encerrados en una oficina tienen que definir si los discos de Dylan, Bowie, Lou Reed o Lennon representan un peligro político, social o religioso para la sociedad española. Estamos en el año 1966. Fraga acaba de promulgar una nueva ley de prensa e imprenta. El cine, el teatro, la prensa viven bajo el yugo del bolígrafo rojo. ¿Los discos de rock? También, pero con normas fluctuantes.
El periodista Xavier Valiño se interesó por el trabajo de la censura franquista sobre la producción de discos de rock en los años 60 y 70. Su investigación y tesis doctoral de más de 500 páginas se publicó este año bajo el titulo Veneno en dosis camufladas, la censura en los discos de pop-rock durante el franquismo (Milenio). Valiño tardó diez años en producir este documento. Un tiempo necesario para sumergirse en los densos dossiers de los Archivos de la Administración de Alcalá de Henares. Y descubrir primero que no se guardaron las portadas de los vinilos, porque, dice Valiño, “las portadas de vinilos de 31 por 31 centímetros no entraban en las cajas conocidas como AZs en las que se archivó todo. Así que según el personal del Archivo de la Administración, lo más probable es que acabaran deshaciéndose de ellas”. Difícil investigación.
El periodista divide su tesis en capítulos: censura moral, censura religiosa, censura política, y censura social. Cada parte conteniendo los argumentos de los censores. El mismo título de la tesis es una frase de un censor, en referencia a una serie de canciones del autor de flamenco Manuel Gerena, escritas en 1972. Las 19 canciones tenían títulos como Yo canto y perdón no diera, Se reúnen y pregonan, y el censor las autorizó pero comentó: “En estas y en casi todas las letras de Manuel Gerena hay una sibilina alusión vengativa contra algo: ¿los políticos?, ¿los que mandan?, ¿los patrones? El veneno va en dosis camufladas.”
El veneno en el rock procedente de Estados Unidos en esta época era más fácil de descubrir. Fuera todos los artistas antimilitaristas y/o comunistas, en primera línea Joan Baez, Bob Dylan.
Xavier Valiño descubrió muchas perlas. En 1973, Aretha Franklin saca el disco Hey Now Hey (The other side of the sky), producido por Quincy Jones. En este disco, una canción es denegada por la censura. Se titula Mr. Spain, pero según Valiño se transformó en Mr. Spane antes de presentarse a censura. El censor se paró en una frase de la canción que decía: “Oirás que comprendo tu grito, comprendo tu miedo. Por favor no permitas que la hija de nadie compruebe tu vergüenza.” Denegada, porque “tanto por el nombre, como por el contenido es una personificación de España. Hay frases sibilinas”.
Para sibilinas, las divas estadounidenses. Diana Ross y Nina Simone fueron también censuradas. La primera, por la canción de amor Love is here to stay de la banda sonora de la pelicula Lady sings the blues. El tema fue denegado por contener la frase “Gibraltar may tumble” (Gibraltar puede caer), que, por lo que justificó la discográfica, no tiene ningún significado político, sino figurativo. Pero no. Denegada. Criterio propio del censor.
Nina Simone incluyó en su mítico disco To love somebody (1969) el tema de Bob Dylan Just like Tom Thumb’s Blues. La canción cuenta la realidad de Ciudad Juárez a través de los ojos de un neoyorquino: droga, corrupción, enfermedad, prostitución… Los censores la prohibieron porque “contiene referencias despectivas hacia la autoridad”. La frase polémica de la canción era: “Ahora todas las autoridades se pasean y presumen de cómo chantajearon al sargento de guardia para que dejara su puesto y nombraron a Ángel que acababa de llegar de la costa. Al principio parecía que estaba tan bien pero semejaba un fantasma cuando se fue.” Nina Simone fue censurada en múltiples ocasiones. Por la canción My sweet Lord/Today is a killer porque combina “dos versos irreconciliables”, y por sus temas “eróticos” Angel of the morning y Just like a woman.
El libro de Valiño es un viaje en la historia de un Estado anti-bienestar».
El periodista Xavier Valiño se interesó por el trabajo de la censura franquista sobre la producción de discos de rock en los años 60 y 70. Su investigación y tesis doctoral de más de 500 páginas se publicó este año bajo el titulo Veneno en dosis camufladas, la censura en los discos de pop-rock durante el franquismo (Milenio). Valiño tardó diez años en producir este documento. Un tiempo necesario para sumergirse en los densos dossiers de los Archivos de la Administración de Alcalá de Henares. Y descubrir primero que no se guardaron las portadas de los vinilos, porque, dice Valiño, “las portadas de vinilos de 31 por 31 centímetros no entraban en las cajas conocidas como AZs en las que se archivó todo. Así que según el personal del Archivo de la Administración, lo más probable es que acabaran deshaciéndose de ellas”. Difícil investigación.
El periodista divide su tesis en capítulos: censura moral, censura religiosa, censura política, y censura social. Cada parte conteniendo los argumentos de los censores. El mismo título de la tesis es una frase de un censor, en referencia a una serie de canciones del autor de flamenco Manuel Gerena, escritas en 1972. Las 19 canciones tenían títulos como Yo canto y perdón no diera, Se reúnen y pregonan, y el censor las autorizó pero comentó: “En estas y en casi todas las letras de Manuel Gerena hay una sibilina alusión vengativa contra algo: ¿los políticos?, ¿los que mandan?, ¿los patrones? El veneno va en dosis camufladas.”
El veneno en el rock procedente de Estados Unidos en esta época era más fácil de descubrir. Fuera todos los artistas antimilitaristas y/o comunistas, en primera línea Joan Baez, Bob Dylan.
Xavier Valiño descubrió muchas perlas. En 1973, Aretha Franklin saca el disco Hey Now Hey (The other side of the sky), producido por Quincy Jones. En este disco, una canción es denegada por la censura. Se titula Mr. Spain, pero según Valiño se transformó en Mr. Spane antes de presentarse a censura. El censor se paró en una frase de la canción que decía: “Oirás que comprendo tu grito, comprendo tu miedo. Por favor no permitas que la hija de nadie compruebe tu vergüenza.” Denegada, porque “tanto por el nombre, como por el contenido es una personificación de España. Hay frases sibilinas”.
Para sibilinas, las divas estadounidenses. Diana Ross y Nina Simone fueron también censuradas. La primera, por la canción de amor Love is here to stay de la banda sonora de la pelicula Lady sings the blues. El tema fue denegado por contener la frase “Gibraltar may tumble” (Gibraltar puede caer), que, por lo que justificó la discográfica, no tiene ningún significado político, sino figurativo. Pero no. Denegada. Criterio propio del censor.
Nina Simone incluyó en su mítico disco To love somebody (1969) el tema de Bob Dylan Just like Tom Thumb’s Blues. La canción cuenta la realidad de Ciudad Juárez a través de los ojos de un neoyorquino: droga, corrupción, enfermedad, prostitución… Los censores la prohibieron porque “contiene referencias despectivas hacia la autoridad”. La frase polémica de la canción era: “Ahora todas las autoridades se pasean y presumen de cómo chantajearon al sargento de guardia para que dejara su puesto y nombraron a Ángel que acababa de llegar de la costa. Al principio parecía que estaba tan bien pero semejaba un fantasma cuando se fue.” Nina Simone fue censurada en múltiples ocasiones. Por la canción My sweet Lord/Today is a killer porque combina “dos versos irreconciliables”, y por sus temas “eróticos” Angel of the morning y Just like a woman.
El libro de Valiño es un viaje en la historia de un Estado anti-bienestar».
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1-11-2012
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